
Ante la radicalización digital del fenómeno conocido como “INCEL” o célibes involuntarios, el Congreso capitalino aprobó, por unanimidad, un punto de acuerdo para exhortar a la autoridad educativa en fortalecer el apoyo psicológico a los jóvenes y evitar más daños, que incluso han generado suicidios entre nuestra juventud.
Al presentar en la tribuna dicha propuesta, la diputada local de Morena, Ana Luisa Buendía García, explicó que se trata de exhortar “de manera respetuosa a la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación de la Ciudad de México para que fortalezca los mecanismos de atención psicológica en las instituciones educativas de todos los niveles.
Lo anterior, aclaró la morenista, con la finalidad de desarrollar estrategias de concientización y prevención del fenómeno conocido como “INCEL”, así como de los actos de agresión y suicidio vinculados a este.
En tribuna, la legisladora sostuvo que, en la vida digital, hace décadas surgió un grupo de apoyo para personas solitarias, al cual se unieron numerosos jóvenes. Sin embargo, éste ha cambiado a una subcultura de odio, misoginia y resentimiento profundo.
“No podemos cometer el error de pensar que esto es un problema de ‘chicos tristes’ o algo que sólo pasa en Estados Unidos o Canadá”, comentó Buendía García al resaltar que la realidad nos alcanzó, como el caso de “Lex Ashton, estudiante del CCH Sur, quien el pasado mes de septiembre, llevó un arma al plantel y toda una ideología de odio gestada en foros de internet, con la que hirió y mató a un compañero”, recordó la representante popular.
Aseguró que “antes de atacar, Lex Ashton ya había anunciado en redes su desprecio por la vida, su odio hacia las mujeres –a quienes deshumanizan llamándolas ‘foids’–, y su resentimiento contra aquellos que sí encajan socialmente. Su mensaje era claro: ‘No pienso irme solo’”, señaló la morenista.
Destacó que en la Ciudad de México, datos recientes indican que la ansiedad afecta a más del 50% de los usuarios de servicios de salud mental, y el suicidio se ha convertido en la segunda causa de muerte entre estudiantes universitarios.
Buendía García recordó que han ocurrido otros ejemplos, como en la Facultad de Arquitectura, en Medicina de la UNAM y también en el Instituto Politécnico Nacional, donde jóvenes brillantes se han suicidado.
La legisladora destacó que se necesitan protocolos que sepan identificar las señales de alerta de la radicalización “INCEL”, se desmonten narrativas de odio desde la empatía y la educación emocional, por lo que se necesita llegar a tiempo, antes de que otro joven decida que la violencia es su única voz, o antes de que otro estudiante decida que su vida no vale la pena.
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