Maraña Capitalina

Crisis en el Congreso local, provoca que los de honorarios no reciban aguinaldo

Tan mal están las finanzas en el Congreso local, que ahora la Junta de Coordinación Política (Jucopo) decidió que no les darán aguinaldo, prestaciones y gratificación de fin de año a los trabajadores de honorarios, sobre todo, a los que laboraron hasta el mes de octubre pasado. Esos pagos de ley, según el acuerdo AC/CCDMX/III/JUCOPO/2A/008/2025, fechado el 14 de noviembre, y aprobado por el Pleno cinco días después, establece los lineamientos para el pago de aguinaldo, gratificación y prestaciones otorgadas por el fin de año. Obviamente, la medida causó enojo entre estos trabajadores, quienes están organizándose para causarle serios problemas a los cumplidos, justos y humanos diputados locales. Incluso, la crisis financiera ha llegado al nivel que, como nunca en la historia del Legislativo capitalinos, a los representantes populares tardaron en pagarles casi una semana después, debido a que, según nos platicaron, justo en fin de año la Oficialía Mayor y a la Tesorería se echaron la puntada de cambiar el sistema de pagos, por lo que hasta este lunes les pagaron a los diputados por cheque, no fue posible les realizaran las transferencias acostumbradas. Además, nos adelantaron que está misma situación ocurrirá con el personal de estructura y hasta sindicalizados, por la sencilla razón de que ya no hay dinero, como lo anticipamos en este espacio desde el pasado mes de junio. Al parecer el Gobierno capitalino apoyó al Congreso local con una lanita, para salir del paso de este fin de año. Sin embargo, nos anticipan que Santa Claus no llegará esta Navidad al Antiguo Palacio de Donceles. Y todo por gastalones.

Todo listo para un capítulo más del pleito de Morena y PRI en el Congreso local

Si usted tiene la fortuna –o desgracia, como quiera llamarlo–, de ver las sesiones ordinarias que transmite el Canal de Televisión del Congreso capitalino, le anticipamos que vaya comprando una grande bolsa de palomitas y demás botana, porque este martes verá un capítulo más de los gritos, amenazas y recordatorios familiares, de los diputados de Morena y PRI, pues los primeros insistirán en que las fiscalía generales de la República (FGR) y de Justicia (FGJ) capitalina, investiguen los posibles nexos, financiamiento y participación de Alejandro “Alito” Moreno Cárdenas y de la dirigencia nacional del PRI, en los hechos violentos ocurridos durante la marcha de la Generación Z, acaecida el pasado sábado 15 de noviembre, así como su posible vinculación con grupos porriles y el grupo delictivo denominado “los 300”, cuya votación quedó pendiente el pasado jueves, debido a que el bloque morenista no logró reunir los 34 votos para ser aprobado, pues se les “pelaron” sus legisladores cómplices, como son del PVEM y PT, así como algunos “traidores” de su propio partido, quienes salieron del recinto justo cuando estaba la votación. Mientras que los del tricolor, presentarán otro punto de acuerdo para exhortar a las mismas fiscalías investigar la participación de los elementos de la Guardia Nacional infiltrados en las marchas del 15 y 20 de noviembre, ambas convocadas por la Generación Z, “lo cual demuestra que el ‘bloque negro’, generador de violencia, fue operado por Morena, organizado por el Gobierno federal y de la Ciudad de México, con el objetivo de desestabilizar movilizaciones legítimas y la desarticulación de movimientos sociales para provocar violencia, caos y manipular la narrativa pública”. Además, pedirán los priistas la intervención de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, a la Corte Interamericana de Derechos Humanos y a la Organización de las Naciones Unidas México, para que realicen una investigación independiente sobre la indicación del Gobierno capitalino con relación a la orden que durante la protesta “fue cazar a quien fuera”, como lo corroboran con los testimonios y declaraciones de las personas que fueron reprimidas, detenidas arbitrariamente y torturadas. Y aunque hay un acuerdo que en esta ocasión la priista, Tania Larios Pérez, no volverá a llamar “pendejos” a los morenistas, seguro repetirá esa y otras lindas expresiones, porque seguro los muchachos de “ya saben quién”, no cesarán en su cruzada de buscar culpables de esos lamentables hechos, pues tienen la encomienda de lavar la imagen de sus patronas.

Tabe pasó de ‘valiente y bravucón’ a ‘llorón, pedinche y rogón’; pide reponer la mesa de trabajo

El alcalde de Miguel Hidalgo, Mauricio Tabe Echartea, bien podría ser el personaje que hizo famoso la Tucita, en la película Los Tres Huastecos: “Voooy, tan grandote y tan llorón”. Primero muy león, muy valiente y “échenme a esas morenistas revoltosas y gandallas, que quisieron ponerme una trampa”, por lo que no compareció el pasado miércoles 26 de noviembre ante la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública, por el hecho de cambiar repentinamente el salón donde fue citado. Con ironía, aquel día el panista acusó a la presidenta de dicha Comisión, Valentina Batres Guadarrama –sí, integrante de esa poderosa familia que tiene uno de sus miembros donde usted pueda imaginar en los gobiernos federal y local; pero no eso no es nepotismo, eh, es Morena–, de intentar ponerle un garlito, para hacerle más travesuras de las que hicieron víctima días antes a la alcaldesa de Cuauhtémoc, Alessandra Rojo de la Vega Piccolo. Pero ahora, ya pidió al Congreso capitalino reponer la mesa de trabajo, para analizar sus requerimientos presupuestales para su demarcación el próximo año. Ah, verdad. El miedo no anda en burro. Primero muy valiente, muy león, y ahora es pedinche y rogón. Lo peor –para él y sus vecinos, claro–, es que Valentina ni siquiera le ha respondido y ahora, como buen panista, busca presionar a esa mujer a través del Cuarto Poder, ante quien sostuvo que “no quiero encuentros de tramposos a puertas cerrada, sin medios de comunicación. Yo quiero un encuentro abierto y si es necesario con los 66 diputados. Es más, estoy solicitando que nos abran el espacio para hablar en el Pleno y por lo menos que nos den el mismo trato que al resto de los alcaldes”, pone como condición. Si Chucha, cómo no. ¿Qué más desea el señor? Como si no conociera a los morenistas, sobre todo a doña Valentina. Peca de ingenuo el alcalde. ¿A poco no?