
Entre discursos de una ciudad de “fantasía” –que sólo conocen los diputados locales de Morena y aliados–, infinidad de halagos “por sus grandes logros”, así como con más de 80 interrupciones de aplausos, vivas y gritos de: ¡Jefa de Gobierno! ¡Jefa de Gobierno!, este domingo la titular del Ejecutivo capitalino, Clara Marina Brugada Molina, rindió su “largo y pesado” primer Informe de Gobierno, por alrededor de una hora y 37 minutos.
Sin embargo, no todo fue miel sobre hojuelas, como los morenistas y aliados quisieron pintarlo, pues estuvo marcado por la protesta de la bancada del PAN, cuyos legisladores abandonaron el salón de plenos del Antiguo Palacio de Donceles cuando Brugada Molina, pues volvió a tocar lo del Cártel Inmobiliario, como antes lo hizo la coordinadora del partido oficial, lo que calificaron como “traición”, falta de respeto y uso político del acto republicano por parte del oficialismo.
Pese a ello, a Brugada Molina se le vio visiblemente conmovida, para luego cambiar por un semblante triste al recordar a sus colaboradores asesinados: Ximena Josefina Guzmán Cuevas y José Muñoz Vega, a quienes dedicó un mensaje profundo: “Habrá justicia y no habrá impunidad”. Señaló que en todo momento los recuerda, “porque nos acompañan e inspiran cada día la transformación de la ciudad”, sostuvo casi con llanto.
Aunque los aplausos y vivas de su gabinete, invitados especiales, diputados federales y locales, evitaron que las lágrimas inundaran el rostro de la jefa de Gobierno, quien de inmediato se repuso para hablar de sus “logros” y de las cinco iniciativas en materia de sistema de cuidados, de género y seguridad, que entregaría más tarde al Congreso local.
Destacó el de la Ley del Sistema de Cuidados, con 200 sistemas y 300 espacios infantiles, respaldada por una inversión inicial de 200 millones de pesos; en materia de seguridad, aseguró una reducción del 60% en delitos de alto impacto desde 2019 y del 50% en homicidios dolosos en el último año, además de la incorporación de tres mil 500 patrullas, un aumento salarial del 9% para policías y la construcción del Hospital de la Policía.
En infraestructura, Brugada Molina resaltó el reencarpetado de 250 kilómetros de vialidades, la creación de 334 kilómetros de Caminos Seguros, 20 Parques Alegría y 14 nuevas Utopías, “reconocidas por la ONU”; en salud, subrayó la atención preventiva en 100 mil hogares, la aplicación de dos millones de vacunas y 20 mil mastografías, así como la operación de los Centros Colibrí, especializados en adicciones y cáncer de mama.
En el ámbito social y económico, mencionó que dos millones de personas reciben apoyos sociales, y que el programa “Vida Plena, Corazón Contento” opera en 960 escuelas.
Destacó, además, inversiones por 40 mil millones de pesos en movilidad, nueve mil millones en vivienda y 19 mil millones de dólares en inversión extranjera directa, con un crecimiento del PIB del 3% y finanzas “sanas, sin endeudamiento y con calificación AAA”, presumió con orgullo.
Al cierre, la mandataria reafirmó su política de austeridad: “Sigo usando mi auto y mi celular; en este gobierno no hay lujos ni privilegios”, lo que provocó que la mayoría de los legisladores y funcionarios morenistas se miraran con timidez, como para que no los cacharán de que no le han hecho caso a doña Clara.
Sobre las cinco iniciativas que presentó más tarde a los legisladores, Brugada Molina explicó que la primera, es sobre la ya esperada –desde hace meses–, Ley del Sistema de Cuidados; otra, en materia de asociación delictuosa; la tercera, sobre el delito de despojo; la cuarta, sobre amenazas; y la última de incremento de penas al delito de lesiones agravadas en razón de género, para combatir la violencia en contra de las mujeres
“Que empiece el debate”, dijo con abierta sonrisa al agradecer a todas las bancadas del Congreso capitalino la votación unánime de reformas que ha enviado al legislativo.
Durante su mensaje, la jefa de Gobierno sostuvo que aún y cuando “quieran dividirnos, somos solo un proyecto”, esto, al descartar divisiones con la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, como lo han sostenido algunos analistas políticos, cuya mandataria, sin embargo, mandó en su representación a un funcionario menor, el secretario del Trabajo que sólo su familia conoce.
Al hablar sobre la infraestructura de la ciudad, sostuvo que “pronto los baches quedarán en la historia”, pues año con año invertirá recursos en el cambio de la carpeta asfáltica, tan solo en este mes destinará dos mil 600 millones de pesos.
Al referirse al tema de lluvias, informó que la ciudad ha enfrentado siete lluvias torrenciales que han provocado daños a viviendas, por lo que ha apoyado económicamente a siete mil 700 personas, pero reconoció que cada año “pagamos las consecuencias”, con respecto a las precipitaciones pluviales que muestran la debilidad de la autoridad para enfrentarlas.
Tras una hora de discurso de Brugada Molina, los diputados del PAN abandonaron el pleno, en protesta por supuestas faltas de respeto de los morenistas. Minutos antes, tanto la líder de Morena, Xóchitl “N”, como la propia jefa de Gobierno, señalaron: “No más cártel inmobiliario”.
Pese a ello, Brugada Molina, sin borrar su eterna sonrisa y luciendo un vistoso conjunto color morado –en cuyo saco y brazos mostraba un estampado que parecía una flor color guinda, como la de su partido–, reconoció que su gobierno recibe críticas constructivas, por lo que ofreció a todas las bancadas del Congreso “dialogar de manera periódica para construir una agenda común tal”.
Recalcó que la Ciudad de México es un espacio de libertades, y “nunca responderemos con represión, pero quien cometa delitos responderán ante las autoridades. Somos un gobierno pacifista que no permitirá la represión en las calles, bienvenidas las marchas pacíficas, todas las causas serán escuchadas y atendidas”, aclaró.
Una vez concluido el desangelado informe, por más que los morenistas hicieron de todo para levantarlo, la funcionaria se retiró del Congreso local, no sin antes tomarse infinidad de selfies con cuanto legislador e invitados especiales se lo pedían, al salir, como ya es tradición de decenas de acarreados—perdón, de simpatizantes–, al unísono le gritaron: “¡Se ve, se siente, Clara está presente”.
Y desde las escalinatas del Antiguo Palacio de Donceles, se despidió de los capitalinos que llegaron en algunos casos desde las seis de la mañana, al ritmo de batucada, hasta abordar su lujosa camioneta –no el auto del que habló minutos antes en su discurso–, sin antes despedirse calurosamente de algunos miembros de su gabinete y legisladores –de Morena, claro–, que no la soltaron y a empellones hicieron que los viera.
Descubre más desde Donceles Portal
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.
