Debido a que cada vez son más frecuentes los casos de violencia extrema en las escuelas, como el asesinato de un estudiante del plantel CCH Sur, el Congreso capitalino exhortó a las autoridades capitalinas y a las 16 alcaldías, a que amplíen y fortalezcan los servicios de salud mental dirigidos a los jóvenes, que garanticen una cobertura integral y con enfoque de derechos humanos, de género e inclusión social.

Durante la sesión ordinaria de este jueves, el Pleno Legislativo aprobó el punto de acuerdo presentado por la diputada local del PVEM, Rebeca Peralta León, quien señaló que la atención psicológica a los jóvenes, “ya no es solo una alternativa; tiene que ser una política pública prioritaria. Necesitamos programas de acompañamiento emocional y eliminar el estigma de que pedir ayuda es para los débiles”, sostuvo.

Recordó que la salud mental previene tragedias, cada atención psicológica es un acto de reconciliación con la vida, cada joven escuchado es una historia de esperanza, resaltó la también vicecoordinadora de la bancada del PVEM en el Congreso local.

En su punto de acuerdo, dirigido a las secretarías de Gobierno y de Salud capitalinas, al Instituto de la Juventud y al Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), así como a las 16 alcaldías, para que garanticen campañas de difusión que acerquen estos servicios a quienes más lo necesitan.

Comentó que los planteles educativos, deben ser sinónimo de paz, confianza y aprendizaje; sin embargo, los casos de agresiones, acoso y amenazas se han incrementado y, en casos más graves, han ocurrido asesinatos dentro de los planteles.

Peralta León consideró que la violencia es un reflejo del abandono en la atención de la salud mental de “nuestros jóvenes, “pues con estos actos nos piden a gritos disfrazados de indisciplina que los escuchemos, que los volteemos a ver, que los saquemos de ese abandono”, alertó la pevemista.

“Ya no podemos esperar otro hecho lamentable. Este es el momento de actuar y no quedarnos con los brazos cruzados, voltear para otro lado. La prevención es la clave. Nuestros jóvenes necesitan ser escuchados, atendidos y acompañados. Las familias merecen escuelas seguras, las madres y padres deben sentirse tranquilos y seguros cuando sus hijas e hijos acuden a los planteles estudiantiles”, insistió.

Señaló que “está demostrado que los agresores presentan problemas emocionales, sociales o familiares que no fueron atendidos de manera oportuna. Estos sucesos que se pudieron prevenir, no solo representan la pérdida irreparable de vidas humanas, sino el quiebre de la confianza en las instituciones educativas como entorno seguro”, lamentó.

Lo sucedido el pasado lunes 22 de septiembre, donde un estudiante, de 16 años, fue asesinado dentro del plantel CCH Sur, de la UNAM, nos lleva a reaccionar de manera inmediata para evitar estas catástrofes, anotó.

En el texto del punto de acuerdo, Peralta León da cuenta que la Red de Derechos de la Infancia en México (REDIM), publicó en su artículo “Violencia Escolar en México (2010-2023), que 445 niñas, niños y adolescentes fueron atendidos en hospitales por violencia psicológica en escuelas y tres de cuatro víctimas eran adolescentes.

Dijo que la falta de acompañamiento emocional en esta etapa incrementa la posibilidad de problemas de salud mental como la depresión, ansiedad y trastornos de conducta, por lo que la atención psicológica es urgente para garantizar que los jóvenes cuenten con herramientas para resolver conflictos de manera no violenta.

“Los factores de agresiones en las escuelas no surgen de forma espontánea, sino que es el resultado de factores individuales, familiares y sociales, como el bullying, la exclusión social, familias disfuncionales, abandono, problemas de salud mental y lo fácil y accesible que ya es tener un arma”, enfatizó la legisladora.


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