La Arquidiócesis Primada de México lamentó el hecho ocurrido en el gimnasio, ubicado dentro de la Parroquia de San Jorge Mártir, alcaldía Gustavo A. Madero, donde José Luis “N” tomó de rehen a César Miguel “N”, supuestamente por ser desalojado años atrás de este espacio donde impartía clases.

Por lo que, la Iglesia Católica lanzó un llamado nuevo y urgente “a toda la sociedad (para) trabajar unida por la paz y la reducción de la violencia”, señaló la Arquidiócesis.

“Como Iglesia que peregrina en la Ciudad de México, reiteramos con firmeza nuestro llamado a promover una cultura de paz, en la que todas y todos asumamos la responsabilidad de construir condiciones más justas y humanas para convivir”, puntualizó.

Asimismo, expresó que este evento se desarrolló en uno de los espacios donde la parroquia —administrada pastoralmente por la comunidad de los Josefinos de San Leonardo Murialdo–, realiza parte de su misión evangelizadora y social.

Incluso, señaló, “al momento de los hechos, se celebraba la Santa Misa de las 8:00 horas en el templo, y tanto los sacerdotes como los fieles estuvieron a salvo en todo momento”.

Por ello, agradeció la intervención de las autoridades civiles y de seguridad, “y reiteramos nuestra disposición a colaborar en la construcción de soluciones que prevengan estas situaciones”, comentó la jerarquía católica.

“Lamentamos profundamente que espacios destinados a la vida comunitaria y al encuentro fraterno, sean amenazados por la violencia, que no solo daña a las víctimas directas, sino que fractura el tejido social, especialmente en las comunidades más vulnerables”, manifestó.

Recordó que desde hace un par de años impulsan la iniciativa Diálogos por la Paz en diversas alcaldías de la ciudad, por loq ue, incluso, ha creado Centros de Escucha, acompañado a víctimas de violencia y colaborado con organizaciones civiles y autoridades para abrir caminos de reconciliación, desarrollo humano y reinserción social.

También, han colocado Buzones de Paz en diversas parroquias, donde es posible dejar de forma anónima información sobre personas desaparecidas o posibles fosas clandestinas.

“Elevamos nuestras oraciones por la paz, por las víctimas de estos hechos violentos y por la conversión de quienes causan daño. Invitamos a quienes hayan sido afectados directa o indirectamente acercarse a las oficinas de pastoral social de la Arquidiócesis, para recibir acompañamiento espiritual y psicosocial”, enfatizó.


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