
Con 60 votos a favor, el pleno del Congreso capitalino aprobó tipificar los “pinchazos” en el Metro y espectáculos públicos, bajo el delito de subrepticia de sustancias, cuyo ilícito será castigado con cárcel de dos a cinco años, así como de 50 a 350 días de multa, a quien, sin consentimiento de la persona, le administre, introduzca, suministre o aplique cualquier sustancia de manera subrepticia o con engaño.
Además, los legisladores locales aclararon que la pena prevista se incrementará hasta en una mitad, cuando la sustancia administrada sea psicoactiva, narcótica, psicotrópica o tóxica y cuando la sustancia ponga en riesgo la vida o la salud de la víctima.
“El Congreso atendió una realidad inmediata. Colocamos en el Código Penal un delito que no estaba tipificado. Hoy la Fiscalía General de Justicia (FGJ) tiene la herramienta para investigar un nuevo delito. Estos son los hechos y el Gobierno de la Ciudad ha actuado responsablemente desde que supo de la existencia de un delito que hoy estamos tipificando para ser sancionado”, apuntó la coordinadora de Morena, Xóchitl Bravo, quien en un principio negó la existencia de dicha actividad e, incluso, acusó a la oposición de “carroñera”, al difundir temor en la gente.
Además, en el dictamen quedó asentado que este delito se perseguirá de oficio; es decir, no será necesaria la denuncia de la víctima, sino que el responsable será detenido, juzgado y sentenciado al quedar plenamente establecida su responsabilidad.

“Es necesaria la creación de nuevos tipos penales cuando la criminalidad avanza”, apuntó el presidente de la Comisión de Administración y Procuración de Justicia, Alberto Martínez Urincho, diputado local de Morena.
El dictamen, prosiguió el legislador, obedece a la ausencia de una forma penal expresa, pues la configuración de los delitos de lesiones suele requerir la acreditación de un daño físico determinado, lo que en el caso de los “pinchazos” no es posible demostrar de manera inmediata, ya sea por la ausencia de signos visibles o por la rápida metabolización de las sustancias suministradas.
“Esta situación presenta serios desafíos en materia de persecución penal. La falta de un tipo penal autónomo limita la capacidad de las autoridades para investigar y sancionar de manera efectiva estas conductas, al depender de figuras jurídicas que no fueron diseñadas para atender esta nueva modalidad directiva.
“Por lo tanto, es necesario contar con un tipo penal específico, a fin de robustecer la protección jurídica para las víctimas de los ‘pinchazos’”, añadió Martínez Urincho.
Fin a la especulación.- Por su parte, los diputados del PAN luego de votar a favor del dictamen, a iniciativa de la jefa de Gobierno, Clara Brugada Molina, reconocieron la relevancia de esta propuesta, para tipificar como delito los llamados “pinchazos” en el transporte público y otros espacios.

Destacaron que desde un inicio visibilizaron el problema en conjunto con medios de comunicación, por lo que criticaron que Morena y el Gobierno local hayan tardado en reconocer la gravedad del fenómeno, aunque lamentaron que las sanciones aprobadas sean mínimas en comparación con la propuesta original del PAN, que contemplaba penas más severas.
“El paso que se da hoy es positivo, pero claramente insuficiente. Este delito sigue creciendo y pone en riesgo a quienes usan el transporte público. No basta con legislar; necesitamos una política integral de seguridad que realmente proteja a las y los capitalinos”, señaló el coordinador del blanquiazul, Andrés Atayde Rubiolo.
Al iniciar los posicionamientos, la panista Olivia Garza sostuvo que legislar este delito significa reconocer la existencia del problema, luego de que Morena acusó a la oposición de difundir una campaña de difamación en contra del Gobierno, negando los casos de “pinchazos” que hasta ahora suman 120 denuncias en la FGJ.
“Hoy se acaba la especulación y las disyuntivas sobre si se trataba de una campaña en contra del Gobierno o una realidad. Lamentablemente hoy estamos legislando este delito, porque el oficialísimo fue obligado a hacerlo ante el crecimiento de los casos, no porque haya querido proteger desde un inicio a la ciudadanía”, denunció.
Por su parte, la diputada Frida Guillén destacó que Acción Nacional presentó una iniciativa puntual para atacar los “pinchazos”, pues estos atacan fundamentalmente a los grupos más vulnerables.
“La realidad es que, quienes más padecen los efectos de la inseguridad bajo esta modalidad de ‘pinchazos’, son personas pertenecientes a algún grupo de atención en la capital, mujeres, personas adultas mayores y sobre todo, los jóvenes”, puntualizó.
En tanto, el congresista Federico Chávez lamentó que la acción llegó tarde y forzada, pues tanto el Gobierno como los diputados del oficialismo se negaban a ver la realidad.
“Hoy, meses después por fin se da un paso. Pero hay que decirlo con todas sus letras: Es un paso tardío, reactivo, forzado por la presión social y el desgaste público. ¿Cuántos casos pudieron haberse evitado si las autoridades hubieran atendido a tiempo? Lo decimos con firmeza, no basta con reconocer el problema necesitamos medidas más severas, penas más altas y una estrategia integral de prevención. No podemos permitir que un puñado de delincuentes conviertan al Metro en una zona de miedo”, sostuvo.
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