PVEM en riesgo de perder la Mesa Directiva del Congreso, por culpa de Sesma

Pues dirán misa los coordinadores de Morena y PVEM, Xóchitl Bravo Espinosa y Jesús Sesma Suárez, respectivamente, de que no tienen diferencias, que siguen siendo “amigos” y continúan llevándose a piquete de ombligo. La realidad es que la “Emperatriz de Donceles” sigue muy enojada por la decisión de “Chucho” –el del Congreso local, eh, conste, no al que crucificaron hace más de dos mil años–, de jalar al pobre e inexperto Ernesto Villarreal Cantú, coordinador del PT, para anunciar nuevas estrategias, según él, “para ayudar a los concejales de las alcaldías”, pero dejando fuera a Morena. El problema para Sesma es que Xóchitl cada vez hace más honor a su apellido y no es fácil de perdonar una traición. Bueno, el enojo de doña Xóchitl ha llegado al punto, nos comentan, que para darle una buena lección al líder del Verde, es quitarle los cuatro diputados que Morena le prestó al PVEM, para ser la tercera fuerza en el Congreso y pasarlos a la Asociación Parlamentaria por la Transformación, que encabeza el gris –por no decir negro–, Alejandro Carvajal González, cuyo grupo en automático ocuparía el lugar del Verde. De ser así, entonces este último partido no ocuparía la presidencia de la Mesa Directiva en el próximo periodo ordinario, que arranca el uno de septiembre. De allí que por ahora, don Jesús debe estar más preocupado que su tocayo, pues aunque no lo crucificarán como a éste, si quedará peor por los azotes de los romanos. Y todo porque querer imitar al Nazareno de revelarse al poder y cacicazgo del Emperador Tiberio, perdón, de Morena. Total, ahora es lo mismo. ¿A poco no?

Diputados faltistas, siguen sin justificar su ausencia; seguro les descontarán el día

Quienes tal parece que no tienen prisa por justificar su “irresponsabilidad” de no acudir a la sesión ordinaria del pasado día 9 del presente mes, cuando el Pleno del Congreso capitalino votó para mantener como “área verde” el predio de Montes Apalaches 525, en la Tercera Sección del Bosque de Chapultepec, son los diputados: encabezados por el neoespañol, Víctor Hugo Romo Guerra –así, sin “De Vivar”–, Yuriri Ayala Zúñiga, Gerardo Villanueva Albarrán y Elizabeth Mateos Hernández, de Morena, así como Patricia Urriza Arellano, de Movimiento Ciudadano. El Reglamento Interno del Legislativo establece cinco días para justificar su ausencia, pero hasta el momento ninguno de esos “angelitos” lo ha hecho. Lo grave de la situación, es que la presidenta de la Mesa Directiva, Martha Ávila Ventura, ya debería aplicar el descuento, porque, seguramente, todo quedará en eso. Pero más grave resulta que el coordinador de Servicios Parlamentarios, Alfonso Vega González, no ha notificado de esto a la titular de la Mesa, quien en su momento advirtió que esos cinco cumplidos y muy responsables legisladores: “Tendrán que dar la cara”. Pero tal parece que a quien le verán la cara es a quienes votaron por ellos. Ya concluyeron los cinco días que establece el Reglamento y tal parece que don Alfonso seguirá como que la Virgen le habla, y permitirá que estos honestos diputados presenten su justificante y todo quedará en el olvido. O, lo mejor, terminarán con descontarles el día y no tendrán para comer. Lero, lero.


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