Dada la necesidad que la Ciudad de México cuente con un marco jurídico que garantice la implementación de la inteligencia emocional en el ámbito educativo, la diputada local de Morena, Ana Buendía García, presentó una iniciativa que adiciona diversas reformas a la Ley de Educación capitalina.

En tribuna del Congreso local, la morenista explicó que estos cambios deben darse al artículo 2, para definir a la inteligencia emocional como:

“La capacidad de los individuos para reconocer, comprender y gestionar sus propias emociones, así como identificar, entender e influir en las emociones de los demás. Esta habilidad incluye la autoconciencia, la autorregulación, motivación, empatía y las habilidades sociales necesarias, para establecer y mantener relaciones interpersonales saludables y efectivas. La inteligencia emocional promueve el bienestar personal, la salud mental y la cohesión social, facilitando una convivencia armoniosa y un desarrollo integral en todos los ámbitos de la vida”.

Asimismo, propone reformas al artículo 7, para que las autoridades educativas fomenten y desarrollen la inteligencia emocional entre las y los estudiantes, entendida como la capacidad de reconocer, comprender y gestionar las propias emociones, así como de identificar, entender e influir en las emociones de los demás.

Esta facultad, dijo la legisladora, deberá incluir la implementación de programas educativos y actividades que promuevan la autoconciencia, la autorregulación, la motivación, la empatía y las habilidades sociales necesarias, para una convivencia armoniosa y el desarrollo integral de los individuos.

La también presidenta de la Comisión de Atención Especial a Víctimas del Congreso capitalino, destacó que con estas reformas, formaremos generaciones más conscientes y emocionalmente inteligentes, que construyan una sociedad más justa y solidaria.

Buendía García xplicó que la inteligencia emocional tiene sus raíces en la investigación psicológica de los años 90 y actualmente se implementa en diversos ámbitos, como la educación, el trabajo y la vida personal.

Por ello, citó como ejemplo, en el ámbito laboral de España, dónde la inteligencia emocional representa el 58% del éxito en diversos roles laborales y puede aumentar el salario de una persona en niveles altos en cerca de 30 mil dólares.


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