Maraña Capitalina

Diputada de Morena ignora citatorio de Conciliación Laboral; volverán a llamarla

En graves problemas está la diputada local de Morena, Cecilia Vadillo Obregón, quien en tan corto tiempo ha corrido a 23 trabajadores y ni porque sea íntima amiga de Citlalli Hernández, secretaria de Mujeres federal, evitará librar la demanda laboral que existe en su contra. Por lo pronto esta legisladora, ignoró el citatorio que le giró el funcionario conciliador, Luis Pablo Chisco Ledesma, por la demanda que presentó en su contra Elizabeth Gómez Frías, integrante de la comunidad LGBT, a quien la morenista despidió sólo porque la afectada le pidió respeto. La todavía presidenta de la Comisión de Género del Congreso local simplemente ignoró el citatorio, por lo que la Audiencia de Conciliación Prejudicial anunció que volverá a llamarla en próxima fecha, aunque será con apercibimiento de que será sancionada de no acudir.

Siguen los problemas en el Congreso local y quienes la pagan son los trabajadores

En estas fechas de pago de aguinaldo y demás prestaciones, el Congreso local está convertido en un verdadero caos, propiciado por la inexperiencia del director general de Pagos, Jorge Medina Sandín, del grupo de la coordinadora de Morena, Xóchitl Bravo, así como por el subdirector de Servicios Básicos y de Mantenimiento, Santiago Camacho Medina, producto de un acendrado nepotismo, pues este funcionario es cuñado del diputado de Morena, Alberto Martínez Urincho. Resulta que el primero está imposibilitado de realizar ordenadamente los pagos, pues las filas descienden desde el quinto piso del edificio de Gante hasta la calle del mismo nombre esquina 16 de Septiembre. Y al pariente de Urincho, se le ocurrió pintar los elevadores en ese preciso momento de elevada concurrencia del personal que labora en el Poder Legislativo y, obvio, como es de esperarse, uno que otro “aviador” que solo se presenta a esas oficinas los días de quincena.

Inmuebles del Congreso local están desprotegidos al ‘no existir’ jefe de Resguardo

Ahora entendemos porque el personal de resguardo del Congreso capitalino hace lo que quiere, pues su director, Camilo Genech Ramírez García, protegido de la diputada local del PT, Miriam Saldaña Chairez, rara vez –o más bien, nunca– se presenta a trabajar, pues sabe que es cubierto por el Jefe de Unidad Departamental (JUD), Luis Enrique Rivera Jaime, protegido de la diputada local de Morena, Yuriri Ayala, encargado sólo de la vigilancia del edificio de Donceles, pero tampoco labora, sólo cobra. Total, no hay un encargado de la seguridad en los cuatro inmuebles del Congreso local, donde están adscritos 94 personas de resguardo. Esto demuestra que los 270 trabajadores de estructura, son incondicionales de alguno de los 66 legisladores, por lo que, como denunció la Tesorera, Mariela Martínez Miranda, “no siempre asiste a laborar y no se respetan jerarquías”. Este es el partido que “no roba, no miente y no traiciona”. ¿Será?