Congreso local convertido en ‘circo’ y pleito de cantina

Luego de acalorada discusión –no de debate–, donde panistas y morenistas se dijeron de todo, hasta que la presidenta de la Mesa Directiva, Martha Ávila Ventura, les exigió respetar el Reglamento, “sin ofenderse”, el Congreso capitalino aprobó, por mayoría, exhortar al PAN investigar a Jorge Romero Herrera, quien recientemente fue elegido presiente nacional de ese partido, por su presunta participación en actos de corrupción.

La vicecoordinadora de Morena, Brenda Ruiz Aguilar, presentó el controvertido punto de acuerdo para llamar a Romero Herrera, como “el verdadero líder del Cartel Inmobiliario”, pues, según ella, como jefe delegacional en Benito Juárez, fue señalado por actos de corrupción y otras irregularidades.

Aseguró que en el año 2014, la Procuraduría Ambiental y de Ordenamiento Territorial (PAOT) emitió la recomendación en contra de la demarcación por violaciones en materia de construcción, para continuar múltiples violaciones a la ley y a los reglamentos en materia de construcciones que se dieron en esa demarcación.

“Desde ese año, la entonces delegación Benito Juárez fueron blanco de diversos señalamientos de corrupción de varios funcionarios, quienes fueron denunciados”, por lo cual la novel legisladora –que se concretó a leer el documento que le hicieron llegar, por lo que constantemente se equivocaba–, aclaró que su pedimento es para dar certeza jurídica a la ciudadanía respecto a la estabilidad de las instituciones.

Además, en su incongruente propuesta, pidió que el PAN investigue los señalamientos de Adriana Dávila, quien perdió ante Romero Herrera, al que acusó de falto de transparencia, inequidad y prácticas antidemocráticas, que violan la legitimidad del reciente proceso interno de elección.

En respuesta, el coordinador del blanquiazul en el Congreso local, Andrés Atayde Rubiolo, aseguró que el proceso de elección de dirigente nacional del PAN, “fue democrático y no por imposición, como ocurre con Morena”, por lo que exigió respeto y tolerancia ante las decisiones internas de su partido, «porque es mucho PAN para tan poca Morena», lo que provocó el enojo de los morenistas.

Pero subió a tribuna el morenista Juan Estuardo Rubio Gualito, aunque disfrazado de diputado del PVEM –apoderado legal del Sindicato Único de Trabajadores del Gobierno capitalino–, sólo para provocar a la bancada panista, pues los acusó de “hampones, delincuentes, barbajanes” y otros calificativos.

Además, aseguró, la ciudadanía debe estar consiente de los intereses políticos del recién electo presidente nacional del PAN, “porque para estar al frente de un instituto político se requiere que de una persona digna, coherente con las acciones que pretende impulsar en favor de la ciudadanía”, sostuvo con irónica sonrisa.

De allí que el panista, Federico Chávez Semerena, obviamente, dijo estar en contra del exhorto, porque dentro de los derechos de los partidos políticos está gozar de facultades para regular y determinar su organización interna.

Precisó que las afirmaciones contra Romero Herrera, “no son reales y son parte de una campaña de desprestigio y persecución”, para luego citar el caso del hoy diputado de Morena, Víctor Hugo Romo Guerra, “quien también encabezó su Cártel Inmobiliario pero nada dijeron de esto”, denunció, lo que provocó risas y gritos del lado morenista y sus aliados: PT y PVEM.

Como era de esperarse, subió a tribuna Romo Guerra, para comentar que la elección interna del PAN, “fue con poca participación y desigual”, además de que colaboradores de Romero Herrera ya habían confirmado la existencia de irregularidades en las construcciones excedentes de los edificios de la alcaldía Benito Juárez.

Luego, vino un cascada de legisladores guindas y blaquiazules, para hablar por hechos, lo que provocó que la sesión ordinaria de este martes de prolongará más de los necesario, ya que este punto tardó tres horas y nueve minutos en acusaciones y ofensas de unos y otros, para convertir el Antiguo Palacio de Donceles en un verdadero circo y pleito de cantina.