La Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) capitalina, a través de la Dirección General de Evaluación de Impacto y Regulación Ambiental (DGEIRA), impulsa la propuesta de un Proyecto de Norma Ambiental para el Manejo Integral de los Residuos Textiles, la cual contempla su recuperación, separación, clasificación, almacenamiento, recolección, transporte, valorización, aprovechamiento y disposición final dentro de la Ciudad de México.

Explicó la dependencia que la industria textil, es un sector de importancia en términos económicos y sociales, pues también contribuye a las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y el consumo de recursos hídricos, ya que utiliza 215 billones de litros de agua anualmente, lo que contribuye al 20% de los contaminantes que son vertidos en ríos y otros cuerpos de agua, según la Alianza de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para una Moda Sostenible.

Frente a este panorama, la Sedena busca establecer instrumentos regulatorios y de apoyo específicos que guíen y adopten, tanto en la industria como en la ciudadanía, prácticas más sostenibles respecto al manejo de residuos textiles dentro de la industria de la moda, así como de los diversos actores involucrados en la cadena de valor de estos productos.

De acuerdo con el Programa de Gestión Integral de Residuos para la Ciudad de México (PGIR) 2021-2025, se estima que en la capital el 2.94% de la generación de residuos valorizables equivale a textiles, que se traduce en 364.67 toneladas al día.

Con este Proyecto de Norma Ambiental, buscan la disminución gradual de la generación de residuos textiles con el alargamiento de la vida útil de estos productos, a través de la implementación de estrategias basadas en moda circular, ecodiseño, encadenamiento productivo, creación de puntos de retorno y el impulso de mercados circulares.

Una de las características de este Proyecto, es la referente al buen manejo de residuos textiles, al abordar no solo a los grandes generadores, sino también a los medianos y pequeños actores dentro de la industria textil (productores, importadores, manufactureros, comercializadores, distribuidores).

Además, incluye a los consumidores de la Ciudad, toda vez que el número promedio de veces que usa una prenda antes de que deje de ser utilizada, ha disminuido 36%, con prendas que usan de siete a 10 veces y luego se desechan, para terminar, en su mayoría, en un relleno sanitario, revela el estudio “Una nueva economía textil: Rediseñando el futuro de la moda” de la fundación Ellen MacArthur.

En este contexto, los productores y manufactureros están llamados a adoptar prácticas que minimicen la generación de los residuos textiles, promuevan la reutilización de materiales y opten por utilizar fibras recicladas.

Por otra parte, los comercializadores y distribuidores deberán contribuir a la cadena de responsabilidades, con la garantía de una gestión adecuada de los productos que manejan; esto implica ofrecer opciones sostenibles a los consumidores, como lo es establecer puntos de retornos de sus productos, informar sobre la correcta disposición de los textiles y colaborar con iniciativas de reciclaje y reutilización.

Además, los consumidores tienen un papel crucial, al adoptar hábitos conscientes para la reducción, reutilización y reciclaje de los productos textiles que adquieren.


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