
La diputada local del PRI, Guadalupe Barrón Hernández, propuso aplicar prisión de tres a seis años a quien suministre fármacos no prescritos, drogas o sustancias psicotrópicas en cualquier bebida dentro de un establecimiento mercantil, situación que ponga en riesgo la vida, la integridad o la salud de la persona.
La pena, según la iniciativa que presentó al pleno del Congreso local, aumentaría hasta en 50% si la llamada “sumisión química”, se realiza con el fin de cometer un delito sexual, secuestro, robo, extorsión u homicidio, aprovechando la sedación u otro efecto propio de la sustancia o sustancias.
En la iniciativa para reformar la Ley de Establecimientos Mercantiles y el Código Penal, ordenamientos capitalinos, menciona que la “sumisión química” puede definirse como la agresión sexual, robo, extorsión y/o maltrato, sufridos bajo la influencia de sustancias psicotrópicas.
Además, señaló la priista, la sustancia puede administrarse de forma subrepticia o aprovechar sus efectos para cometer el delito, por cuanto la víctima ve disminuida su capacidad para identificar una situación de peligro o resistirse a la agresión.
La legisladora del tricolor mencionó que este tipo de conductas están sucediendo con mayor frecuencia en bares y restaurantes de la Ciudad de México, siendo las mujeres las principales víctimas, pero que desde hace muchos años los hombres lo han sido de las comúnmente denominadas “goteras”.
Explicó que el daño ocurre cuando en un establecimiento mercantil, en cuyo giro sirven y/o venden alcohol, una o varias personas, ya sean una trabajadora o trabajador del establecimiento o bien, alguna persona en su calidad de cliente, suministra en la bebida de otra algún fármaco, droga, sustancia natural o química, o cualquier otra.
Generalmente, añadió la representante popular, esta conducta tiene como finalidad el someter a una persona, reduciéndole su capacidad de entendimiento y decisión para cometer algún delito como abuso sexual, secuestro, robo, extorsión e, incluso, el homicidio.
Destacó Barrón Hernández que este tipo de conductas, no están tipificadas como delito en la legislación penal federal, ni tampoco en la legislación penal de la Ciudad de México, situación que es aprovechada por quienes las cometen.
Puntualizó que, actualmente, la Ley de Establecimientos Mercantiles prevé clausura permanente a los comercios que expendan bebidas adulteradas o con sustancias químicas que puedan afectar la salud del consumidor, disposición que está rebasada por la práctica de sumisión química.
La iniciativa propone que los establecimientos mercantiles con giros de impacto vecinal y de impacto zonal, deberán tener un control de acceso que verifique que tanto su personal como sus clientes no ingresen con algún tipo de fármaco no prescrito, droga, sustancia natural o química, o cualquier otra, que no sea necesario para estar dentro del establecimiento; de lo contrario, serán cerrados de permanente.
Para su análisis y dictamen, la iniciativa fue turnada a las Comisiones Unidas de Administración Pública Local y la de Administración y Procuración de Justicia.
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