De no nombrar este lunes o minutos antes de mañana al nuevo presidente de la Mesa Directiva, el PAN corre el riesgo de que este nombramiento sea votado por el Pleno del Congreso capitalino y, en consecuencia, MORENA y aliados, que son la mayoria, decidan esa posición, aunque los panista conservarían esa posición, pues por ley no se la pueden quitar.

Incluso, de persistir su berrinche de no dar a conocer quien encabece ese importante cargo en el tercero y último año de la Segunda Legistura, corren el riesgo que, por reglamento, este martes, una vez concluisa la sesión ordinaria, sea el primer vicepresidente quien asuma la Mesa Directiva, y sería de MORENA, porque ocupa esa posición y podría recaer en Gerardo Villanueva.

El problema es que los diputados locales panistas estan más atentos de brindar apoyo y salir en las fotos con la abanderada del Frente Amplio por México, Xóchitl Gálvez, que por resolver esta situación de designar al legislador o legisladora que conduzca los trabajos del Antiguo Palacio de Donceles este año legislativo.

De acuerdo con la Ley Orgánica de Congreso local, los panista tienen todo este lunes y las primeras horas del mañana, para presentar el nombre del presidente de la Mesa Directiva, pues por uno u otro pretexto no han decidido quién ocupará ese importante cargo.

Desde hace semanas e, incluso, en su pasada reunión parlamentaria que realizaron en Huatulco, decidieron que sea América Rangel Lorenzana la presidenta de la Mesa Directiva, aunque también existe la posibilidad de que llegue Gabriela Salidos Magos, que aún y cuando inicialmente dijo que no le interesaba el cargo, durante la reunión decidió que si estaba dispuesta a suplir al priista Fausto Zamorano Esparza, quien ahora si debe dejar ese cargo este martes.

Empero, el grupo mayoritario de MORENA advirtió que rechazaría a Améria Rangel e, incluso, propuso a Frida Guillen Ortiz o Claudia Montes de Oca del Olmo, pero los panista respondieron que no aceptarían imposiciones y estaban decididos a que América sea su representante.

Sin embargo, no contaron con que grupos de la comunidad LGBTTTI, sobre todo, manifestarían su rechazo a esa determinación de los panista, ya que esta legisladora ha mostrado sus diferencias con toda acción que vaya en contra de «las buenas» costumbres y de la naturaleza humana.

De allí, la indecisión de quién ocupara esa importante posición en el Congreso local, ha llevado a PAN a consumir su tiempo, por lo que este dia o, a más tardar mañana, antes de que inicie la primera sesión ordinaria de mañana, deberá decidir quién ocupará la presidencia de la Mesa Directiva.

Aunque de persistir su capricho de mantener a América Rangel, se da por hecho que diariamente o cada que haya sesión, el Congreso capitalino será invadido por agrupaciones LGBTTTI hasta tumbar a Rangel Lorenzana en el cargo y que, como ocurrio en febrero pasado, el histórico inmueble sufra daños peores por los que tardaron tanto en ser reparados.

De no asignarse la nueva presidencia de la Mesa Directiva, la Ley Organica del Congreso local establece que por un mes ocupe ese cargo la primera vicepresidencia, que en este caso recae en Gerardo Villanueva, quien tendría que convocar entonces a votación del Pleno.

Entonces MORENA y aliados estarían en posibilidad de decidir a su «gallo» –o «gallina»–, pues en todo momento han pugnado porque sea Frida Guillen Ortiz o Claudia Montes de Oca del Olmo, pero ésta última ha manifestado su rechazo.

Para ello, bastaria por la mayoría simple; es decir, la mitad más uno de los votos, para que llegue quien gané. Aunque el PAN mantendría esa posición, dado que, también la Ley Orgánia del propio Congreso local, establece que la presidencia de la Mesa Directiva sea rotatoria durante lo tres años legislativos, para ser ocupada por los primeros tres partidos representados.

Bien saben los panista que de llevar esta situación a votación, perderían, pues MORENA y aliados tiene 38 votos asegurados, más los que obtenga de uno que otro legislador que les vea «los ojos bonitos», mientras que el PAN sólo tiene 16, todos de sus legisladores, pues seria difícil que obtuviera el total de votos del PRI, PRD y Movimiento Ciudadano.

Dado que seria difícil, seguramente, el perredista Jorge Gaviño Ambriz, el mismo que se «enamoró» de Claudia Sheinbaum, voté en favor de los panista, así como del priista Zamorano Esparza, quien durante este año que fungió como presidente de la Mesa Directiva, mostró su abierta simpatía a MORENA.

Con ello, el PAN obtendría sólo 28 votos, mientras que los morenistas, con esos dos votos, llegarían a 40, por lo que están en posibilidad de designar a quien ellos quieran, aunque tendrá que ser uno o una diputada del PAN, pero con la simpatía de los muchachos de «ya saben quién».


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