
Una vez que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) estableció que por cada suicidio consumado hay al menos 20 intentos, sobre todo por el impacto del Covid-19 tuvo una especial repercusión en la salud mental de niños, adolescentes y jóvenes, es necesario prevenir y atender este fenómeno que creció de 2016 a 2020.
Por ello, el coordinador del PRD en el Congreso local, Víctor Hugo Lobo Román, presentó este martes una iniciativa por el que adiciona un Capitulo III Bis de la Prevención, Atención y Posvención del suicidio a la Ley de Salud Mental capitalina, por lo que debe sumarse los artículos 33 Bis, 33 Ter y 33 Quater.
El primero, explicó el legislador, es: “Toda persona que haya realizado una conducta suicida, así como sus familiares, tienen derecho a ser atendidas en el marco de las políticas de salud pública. En todo momento se priorizará la asistencia de niñas, niños y adolescentes, sin ningún tipo de discriminación”.
El segundo, para que el Gobierno de la Ciudad, a través de la Secretaría de Salud, será la encargada de coordinar las acciones para la prevención, atención y posvención del suicidio.

Para tal efecto, tendrá las siguientes atribuciones: Elaborar estrategias, implementar acciones y programas con enfoque coordinado, interdisciplinario y multisectorial para la prevención, atención y posvención del suicidio; Desarrollar campañas de concientización y capacitación sobre la prevención del suicidio.
También, elaborar y aplicar con las instituciones educativas protocolos de prevención al suicidio, que incluyan medidas para detectar, atender, canalizar y prevenir conductas de induzcan al suicidio; Diseñar un protocolo de intervención médica para los servicios de emergencia prehospitalaria y hospitalaria.
Garantizar la atención del paciente con conducta suicida mediante un equipo multidisciplinaria e interinstitucional, que de acompañamiento durante las etapas del proceso de tratamiento, rehabilitación y reincorporación social; Implementar un sistema de información estadística que contenga datos de los intentos de suicidios y suicidios cometidos en la Ciudad.
De igual forma, celebrar convenios de colaboración con instituciones públicas y privadas, así como organizaciones no gubernamentales para coadyuvar a combatir la problemática del suicidio; Diseñar e implementar los procedimientos y medidas posteriores a una conducta suicida, para asistir y acompañar a las personas, o familia vinculada a la persona que se privó la vida; y Acompañar el proceso de posvención garantizando la atención médica, hospitalaria y psicológica que llegaran a requerir.

Mientras que el artículo 33 Quater, es para que en toda asistencia y/o tratamiento de un paciente con conductas suicidas y su familia, prevalecerá la confidencialidad de la información.
En el documento de 20 páginas, presentado ante el pleno del Antiguo Palacio de Donceles, el diputado destacó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce el suicidio como un grave problema de salud pública, debido a que cada año se quitan la vida cerca de 700 mil personas.
Incluso, sostuvo que los estados miembros de la OMS, se han comprometido en virtud del Plan de acción sobre salud mental 2013-2020, para alcanzar el objetivo mundial de reducir una tercera parte de la tasa de suicidios hasta 2030.
De allí que la OMS recomendó intervenciones enfocadas en un grupo vulnerable, como son los jóvenes, a través de desarrollar en ellos aptitudes socioemocionales para la vida y detectar a tiempo, evaluar y tratar a las personas que muestren conductas suicidas y hacerles un seguimiento.
Incluso, el perredista citó información del INEGI, al colocar el suicidio como la cuarta causa de muerte entre los jóvenes de 15 a 19 años, edad en la que enfrentan cambios emocionales y sociales, que pueden llegar a afectar su pleno desarrollo emocional, por lo que resulta necesario que implementar acciones integrales para prevenir suicidios en este grupo de riesgo.
Recordó que en 2017, el suicidio ocupó el lugar 22 de las principales causas de muerte, mientras que para los jóvenes en nuestro país, este fenómeno está como la tercera causa de muerte para la juventud, vinculado con trastornos mentales como la depresión, ansiedad y estrés postraumático, entre otros.
En dicha estadística, a propósito del Día Mundial para la Prevención del Suicidio, elaborada por el INEGI y publicada en septiembre de 2022, señaló que la tasa de suicidio en ese año fue de 6.5 por cada 100 mil habitantes, mientras que la tasa más alta está en grupos de jóvenes de 18 a 29 años, presentando 10.4 decesos.
Las defunciones por suicidio del grupo de edad de 10 a 29 años han venido presentando un crecimiento desde el año 2016, marcando una cifra récord en el año 2020 teniendo 7 mil 896 defunciones a consecuencia del suicidio.
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