
Los constantes enfrentamientos entre legisladores locales del PAN y Morena, ya no sólo son por ver que gobiernos de sus partidos son más corruptos, sino que ahora pelan hasta por un micrófono y poco faltó para que llegaran a los golpes. Afortunadamente, todo quedó en jaloneos, insultos y retadoras miradas; no hubo desgreñadas, uñas rotas o rímel fuera de lugar.
Aunque tanto a las del blanquiazul como las de la 4T, no les importó las cámaras fotográficas y de video de propios y extraños, muchos menos que la transmisión de la sesión ordinaria se transmitirá en televisión abierta. No. Con miradas de enfermas mentales, buscaban por todos los medios mostrar quien doblaba a quien.

Todo fue generado debido a que la novel e inexperta legisladora de Morena, Marcela Fuente Castillo –quien no se cansa y lo dice cada que está en tribuna: “Soy la diputada más joven y combativa”–, presentó un punto de acuerdo sobre presuntas irregularidades identificadas por la Auditoría Superior de la Ciudad de México en la alcaldía Álvaro Obregón.
En el documento, que leyó ante el pleno, la jovencita planteó exhortar a la titular de Álvaro Obregón, Lía Limón García, entregará un informe pormenorizado sobre los contratos que firmó en 2021 su administración con la empresa “ABC Estudio, SA de CV”.
De igual forma, exhortó a la Secretaría de la Contraloría General de la Ciudad de México investigue estas presuntas irregularidades presupuestales.
“Se exhorta a la titular de la alcaldía Álvaro Obregón, Lía Limón García, para que, en su calidad de Sujeto de Fiscalización, se abstenga de violar la legislación a la que está sujeta a cumplir en materia de ejercicio de recursos públicos, rendición de cuentas y responsabilidades administrativas”, señaló en su punto de acuerdo.
Sin embargo, al subir a tribunal la diputada del PAN y representante de Álvaro Obregón, Claudia Montes de Oca del Olmo, les notificó que por primera vez su partido apoyaría esta petición, “pues han de saber que la información que requieren fue generada durante la administración de la morenista y ahora gobernadora de Campeche, Layda Sansores”, sostuvo con irónica sonrisa que, obviamente, incomodó a los morenistas, quienes la miraban como si fuera un fantasma.

“Este contrato por casi 13 millones de pesos, que se adjudicó a la empresa ABC Estudios SA de CV, que fecha creen que es: 21de mayo de 2021. Es decir, durante la gestión, ni más ni menos, que de nuestra gobernadora de Campeche, Layda Sansores. Eso significa que las irregularidades que bien denuncia Morena en este Punto de Acuerdo, son irregularidades que se dieron durante la administración de Layda Sansores”, apuntó sin perder su sonrisa pícara, como de niño sabedor que hizo una travesura.

Luego, su compañero de sector y de partido, Héctor Barrera Marmolejo, le recordó a Morena que ya dejen de equivocarse. Y ejemplificó que hace un año, el diputado morenista, Carlos Cervantes Godoy, aseguró que la alcaldía Benito Juárez ocupaba el sexto lugar en el delito de feminicidio.
Empero, le recordó que eso estaba basado en una nota periodística del periódico oficial, “La Jornada”, del estado de Quintana Roo, el cual tiene un ayuntamiento denominado de la misma forma que la alcaldía del PAN en la Ciudad de México.
Por ello, la panista, Gabriela Salido Magos, desde su curul, pidió al desconcertante y titubeante presidente de la Mesa Directiva, el priista Fausto Zamorano Esparza, leyera la versión estenográfica en la que aparecía el discurso que pronunció en su momento Cervantes Godoy.

Aunque el priista le respondió con displicencia que en ese momento no podía dar lectura al discurso de hace un año, pues para ese momento la secretaria de la Mesa, Marcela Fuente, estaba en su curul y, por lo tanto, el cargo estaba acéfalo.
De allí que Salido Magos, al ser la segunda secretaria, decidió subir a la Mesa Directiva para hacer posible su petición. Al tomar su lugar, llegó de inmediato Marcela Fuentes para hacer lo mismo y literalmente le arrebato el micrófono a la panista.
Ante esto, la vicecoordinadora de la Asociación Parlamentaria Ciudadana, Daniela Álvarez, le quitó el micrófono a la morenista para colocarlo a Salido Magos. Acto seguido, como guardia de honor, subieron las panistas, Ana Villagrán y Luisa Gutiérrez.

Sin embargo, la coordinadora del Partido del Trabajo, Circe Camacho, entre empellones y recordatorios familiares llegó a querer arrebatar el micrófono, lo que generó que jaloneos con Ana Villagrán, sin que nadie pusiera orden.
Hasta que Salido Magos decidió bajar de la Mesa Directiva, para dejar a la secretaria, Marcela Fuente, quien estaba que echaba lumbre, no porque le quietaron el micrófono, sino por la exhibida que le pusieron las panistas por su garrafal error.
Las cosas no quedaron ahí. ¿Que va? La discusión continuó y duro más de tres horas, pues diputados de Morena, sobre todo Valentina Batres, buscó “corregir” el error, pero no sólo eso, sino que pretendía cambiar en su totalidad del resolutivo, a lo cual el PAN se negó.

Incluso, el coordinador el PRD, Víctor Hugo Lobo Román, intentó calmar los ánimos y hasta defendió a la inexperta morenista, para que le respetaran su punto de acuerdo y que su “patrona”, Valentina Batres, dejara de cambiar el objetivo de la petición. Pero ésta última se aferró a su capricho y echaba espuma por la boca.
Como un intento de conciliar la situación, el también inexperto y novel presidente de la Mesa Directiva, Fausto Zamorano, a las 16:00 horas, decretó un receso más para analizar la situación. Aunque no precisó el lapso de la suspensión, pero 23 minutos después llamó a continuar la intrincada y acalorada sesión.
Al reanudarse el evento, Zamorano Esparza sostuvo que los ajustes al punto de acuerdo, “están validados por el artículo 140 del Reglamento”, por lo que ordenó a la secretaria de acuerdos –y responsable de este nuevo enfrentamiento–, proceder a levantar los votos del pleno.

Cuando la morenista invitaba a los diputados y diputadas a emitir su voto, la panista Claudia Montes de Oca pidió la palabra y al concedérsela fue para denunciar que no podían votar el resolutivo, “ya que fue modificado 70%; hacerlo sería validar algo que va en contra del Reglamento del Congreso”, por lo que, anunció, su bancada se retiraría. Y así lo hizo.
Y aunque priistas y perredistas se mantuvieron en sus curules, Marcela Fuente informó al presidente de la Mesa Directiva: “Existen 26 votos a favor, cero en contra y una abstención –del propio presidente–, por lo cual, señor presidente, no hay quórum para continuar con la sesión”, comentó con voz casi inaudible la responsable del nuevo round entre panistas y morenistas.
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