


De nada valió la reunión que el lunes pasado sostuvo el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, y la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo, con los diputados locales, pues este martes la oposición –salvo el PRI—votó en contra, para validar la presencia de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad pública hasta el 2028.
Y aunque Morena y aliados se salieron con la suya –42 votos a favor, 21 en contra y una abstención, de la priista Silvia Sánchez Barrios–, no les fue fácil cumplirle su capricho al Ejecutivo federal, dado que por casi cuatro horas la oposición dio la batalla que, sin embargo, sabía iba a perder, pero el perredista Jorge Gaviño Ambriz, les pico la cresta y logró prolongar la discusión, luego de exigirles que no fueran “cuentachiles” y permitieran exponer más de 10 minutos.
Así, desde las 11:15 horas, cuando el presidente de la Mesa Directiva, el priista Fausto Zamorano Esparza, hizo sonar la campanilla, con la asistencia de 64 de los 66 legisladores –sólo faltaron los priistas Jhonatan Colmenares Rentería y Maxta González Carrillo–, todos los presentes en el salón de plenos, Canal de Televisión y en redes sociales, auguraban un acalorado debate, como se encargó de difundirlo la oposición.
Fue entonces que subió a tribuna el panista Aníbal Cañez Morales, pero el morenista Alberto Martínez Urincho, desde su curul le gritó que no agrediera, “como es tu costumbre”, a lo que el del blanquiazul le respondió: “No se equivoque, diputado, nunca lo hago porque a mí no me dan línea. Para eso es el debate. Si siente que lo ofendo, pues venga y lo arreglamos”, dijo el joven legislador sin obtener respuesta.
Sin embargo, el presidente de la Mesa Directiva le aclaró que tanto él como los demás oradores, contaban con 10 minutos para su exposición, “y no permitiré que infrinjan este acuerdo”, sostuvo el priista. Pero nadie respetó el tiempo, aún y cuando el coordinador de Servicios Parlamentarios del Congreso, Alfonso Vega González, a cada momento le recordaba aplicar el Reglamento.
Y mientras Cañez Morales acomodaba su discurso y los dos micrófonos de la tribuna, sus compañeros comenzaron a gritar: “¡No a la militarización! ¡No a la militarización!”, con cuya frase inició su participación el panista, para exigir fortalecer a las policías estatales y municipales, pues criticó que ha sido disminuida mediante una baja de recursos económicos.
“Está muy claro que las policías estatales y municipales, durante este sexenio, han sido disminuidas, operan con menores recursos, se les quitaron apoyos, en términos generales se está desmantelando la seguridad publica civil”, denunció lo que provocó rostros descompuestos de los morenistas y aliados, que hacían como que la Virgen les hablaba a través de sus celulares.
Reiteró que los militares, a través de la Guardia Nacional, no deben entrometerse en labores de seguridad pública, “pues resulta paradójico estar discutiendo esta minuta, al tiempo que se revela oficialmente que en la matanza que más ha lastimado al pueblo de México en los últimos años participaron militares. ¿Vamos a dar otro cheque en blanco? ¿Vamos a seguir normalizando el régimen de excepción?”, acusó el panista.
Y mientras hablaba Cañez Morales, sus compañeros de bancada –a excepción de Federico Döring Casar, quien se conformó con observarlos–, se pararon frente al pleno con letreros: “Si a la policía civil”, “No a la militarización”, “Si a la Seguridad Ciudadana”, encabezados por su coordinador, Christian Von Roehrich, quien parecía no importarle que está en riesgo de que le finquen acusación penal de un momento a otro.
En tres ocasiones, el presidente de la Mesa Directiva pidió a Aníbal Cañez terminar su intervención, pero el panista literalmente lo ignoró y continuó hablando por cuatro minutos y 48 segundos más de lo permitido, entre reclamos, chiflidos y ofensas de los morenistas y aliados, quienes le exigían al priista hacer respetar el Reglamento.
Ante ello, Gaviño Ambriz calificó de lamentable que piensen como “cuentachiles” el tiempo, “porque estamos hablando de una reforma constitucional y a ustedes les preocupa más el tiempo”. De allí que pidió al presidente de la Mesa Directiva no ser tan estrictos en el tiempo, cuando la relevancia de lo discutido amerita un amplio análisis. Esto fue apoyado por la coordinadora de Morena, Martha Ávila Ventura, quien puso orden entre sus correligionarios.
Empero, de nuevo los gritos, reclamos, pancartas y hasta aplausos, retornaron, al subir a tribuna el morenista Nazario Norberto Sánchez, pues de inmediato la panista Luisa Gutiérrez Ureña se puso de pie en su curul, para mostrar el letrero: “Aquí hay un agresor sexual protegido por Morena”. Pronto fue apoyada por otras legisladoras de su partido y del PRD.
Así, entre reclamos de “¡Fuera el acosador sexual!”, el morenista habló en tribuna, para acusar al “alcohólico” de Felipe Calderón, de haber militarizado al país, lo que encendió el ánimo de los panistas, quienes gritaron al unísono: “¡Calderón! ¡Calderón! ¡Calderón”, lo que aprovecharon los de Morena para responder: “¡Obrador! ¡Obrador!”, para luego continuar: “¡Es un honor estar con Obrador!”.
Como tanto de un grupo como de otro, no dejaban que el orador continuara con su intervención, al tiempo que más diputadas se sumaban para apoyar a Luisa Gutiérrez, el presidente de la Mesa Directiva tuvo que intervenir para llamar al orden.
Luego tocó turno al coordinador del PRD, Víctor Hugo Lobo Román, para decir que su grupo parlamentario votaría en contra de la reforma el Artículo Quinto Transitorio de la Constitución federal, en materia de Guardia Nacional (GN), ya que, expuso, “en la Ciudad de México, como sociedad tolerante, progresista e informada, se rechaza cualquier uso de violencia, represión o autoritarismo, como quedó establecido en 2019, cuando discutimos la creación de una nueva policía civil, a la que se denominaría Guardia Nacional”, destacó sin que ninguno de los presentes reclamara.
Lourdes Paz, integrante del PT –aunque sigue de Morena, dado que hasta funge como secretaria general de ese partido–, lamentó que el PAN se rasgue las vestiduras al hablar de militarización, pues fue Felipe Calderón, “el Comandante Borolas”, quien declaró la guerra contra el crimen organizado.
Luego, subió a tribuna el coordinador de la Asociación Parlamentaria Ciudadana, Royfid Torres González, quien colocó un letrero: “La Guerra no hace la Paz”, para decir que su voto será en contra, porque la estrategia que plantea el gobierno de Morena, “no es otra que perpetuar la presencia de las Fuerzas Armadas en la seguridad pública y en todo lo que se pueda”.
En su turno, la coordinadora de Morena, Martha Ávila Ventura, se pronunció a favor de la presencia de la Guardia Nacional en labores de seguridad, al destacar que “es falso” que se busque la militarización de las calles, pues no se trata de un nuevo esquema de seguridad, sino de la continuidad de las actividades que ya realiza. Incluso, recordó que Calderón no sólo militarizó la presidencia, sino también usó un traje militar “que siempre le quedó grande”, acusó con tímida sonrisa.
Afirmó que la intervención de la Guardia Nacional es limitada y está justificada, estrictamente en las necesidades a la seguridad, por lo que criticó el mandato de Calderón, “pues sacó de manera irresponsable a los soldados de sus cuarteles, creando un problema nuevo que nos hizo dependientes de las fuerzas armadas. Hoy no podemos dejar solas, en la indefensión y el desamparo, a regiones y comunidades enteras”, dijo.
Por su parte, al anunciar que votaría en contra, la panista América Rangel Lorenzana expuso que esta minuta en materia de Guardia Nacional, no tiene como objetivo promover la seguridad pública, sino abonar al autoritarismo.
A lo que la coordinadora del PT, Circe Camacho Bastida, respondió que esta reforma no militariza al país, no hace que todos salgan a la calle, “pues si no es 16 de septiembre, no seamos ridículos”, denunció al coincidir con Morena de que con este decreto, buscan garantizar la seguridad en los estados, que no es una militarización, y que ahora no se puede prescindir de las Fuerzas Armadas de las tareas de seguridad.
Mientras tanto, el panista Federico Döring recordó que fue por petición del entonces gobernador de Michoacán y actual Jefe de Asesores de la Presidencia, Lázaro Cárdenas Batel, que comenzó la participación de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad pública, por lo que acusó a Morena de que “realmente ustedes buscan una ‘paz narca’, por curiosamente en los estados que gobiernan han colocado a gente vinculada con los cárteles de las drogas. Y ejemplos existen muchos. Así que hablen con la verdad”, exigió y nadie reclamó.
Así, durante las casi cuatro horas de debate, en el que desfilaron 24 diputados y diputadas de los cinco grupos y tres asociaciones parlamentarias, el presidente de la Mesa Directiva ordenó a la secretaria, Marcela Fuentes Castillo, proceder a levantar el voto nominal de los legisladores, dado que ya no había más oradores que hablaran en contra o a favor de la controvertida minuta.
Luego de contar en dos ocasiones, la morenista Fuente Castillo cantó: “Señor presidente, tenemos 42 votos a favor –de Morena y aliados, junto con el PRI–, 22 en contra –del PAN, PRD y Movimiento Ciudadano– y una abstención –de la priista Silvia Sánchez Barrios–, por lo que la minuta constitucional es aprobada”, con lo que vinieron los gritos, chiflidos y la clásica: “¡Es un honor estar con Obrador! ¡Es un honor estar con Obrador”.
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